lunes, 28 de noviembre de 2016

Geleé de chispazo (martini rojo con cocacola)


Me gusta mucho como aperitivo en martini rosso con coca-cola, servido con una aceituna y una rodaja de naranja. Pensé en servir este aperetivo, pero con textura de gelée en una cuchara de ración. No es complicado hacerlo así; lo que quieras que acompañe al gelée  (si prefieres un berberecho en lugar de aceituna) deberás añadirlo primero, ya que una vez que endurezca la gelatina ya no te permitirá hacerlo.


Para mi presentación usé un trozo de naranja y una aceituna. En primer lugar para pelar la naranja, hazlo retirando los dos laterales, y comienza a arrancar las tiras de piel, de arriba a abajo, eliminando toda la parte blanca.



Cuando esté pelada toda la naranja, vas haciendo cortes en ambos lados de los gajos, de forma que irás separando los gajos sin nada de la parte blanca de la naranja. Los gajos serán limpios.


Después preparamos las olivas. En este caso, son unas olivas con hueso de las que sacamos una tira de aceituna:


Una vez cortada la aceituna, la pongo alrededor del gajo de naranja y lo pongo en la cuchara de ración.


Después comenzamos a hacer la gelatina. Uso una gelatina 240º Bloom (estos grados miden la dureza de la gelatina una vez reconstituida). Existe gelatina tipo A y tipo B (indica la forma en que se ha obtenido la gelatina, teóricamente el resultado funcional debe ser el mismo). En una prueba previa, hice unas pruebas con una gelatina de la misma fuerza y tipo A, que me dió la sensación que le costaba un poco más desarrollar toda la fuerza, por lo que el resultado me gustó más. En estas fotos, la gelatina que uso es tipo B. Mi sensación fue un resultado un poco duro, pero aceptable.

Los ingredientes que yo usé:

- 20 ml de agua
- 1 botellín (200 ml) de coca cola zero (hay que cuidar la línea 😝)
- 1 vaso de chupito de martini rosso (40 ml aprox)
- 2 láminas de gelatina

Ponemos a hidratar las láminas de gelatina en agua fría, durante unos 10 minutos.


Cuando están hidratadas, ponemos un poco de agua (unos 20 ml) en un cazo a calentar, junto con un poco de coca-cola (una quinta parte del botellín). Calentamos hasta que comience a humear. Escurrimos las láminas de gelatina, retiramos el cazo del fuego y las añadimos. Removemos hasta que se disuelvan completamente las láminas.


Después, añadimos el chupito de martini y el resto del botellín de cocacola. Removemos un poco, y vertemos en un recipiente que nos permita verter con cierta precisión.


Rellenamos cada cuchara y llevamos a la nevera a enfriar, durante 24 horas aproximadamente. La gelatina desarrollará firmeza con el tiempo, aunque en un principio estará completamente líquida. Nota: No intentes dejar las cucharas en las baldas altas de la nevera. ¡Verás lo difícil que es mantener el pulso cuando levantas la mano por encima del hombro!




Y ya está. Al plato y a comer. Verás que el resultado es muy vistoso, pero ¡es que encima está delicioso!


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